Heliesquí y buenos vinos, el exclusivo maridaje que llega al Valle de Uco.

Si El Niño deja de jugar a las escondidas y finalmente nos entrega un invierno nevador, la cordillera del Valle de Uco será el escenario de esa combinación tan atractiva que son los helicópteros y las montañas. The Vines of Mendoza, el emprendimiento inmobiliario y turístico del mundo del vino, acaba de cerrar un convenio para ofrecer tours de heliesquí desde su resort, al pie de los Andes. The Vines Resort & Spa ya promociona estos paquetes para los meses de julio y agosto de este año, según confirmó Philipp Real, gerente general del hotel. Con opciones de 3 y de 6 días, la propuesta es entrelazar la calma  -una estadía de alta gama en el corazón vitivinícola de Mendoza- con la intensidad absoluta: rastrear laderas nevadas a bordo de un helicóptero y trazar descensos fuera de pista sobre los esquíes o la tabla de snowboard.

El heliesquí es una actividad con mucha trayectoria en lugares de montaña como los Alpes, Canadá y algunos lugares de Estados Unidos (¡no en Miami!), pero aquí en los Andes es meno común. Esta forma de esquí y snowboard creció con el auge del fuera de pista, es decir las bajadas por terreno de montaña natural, sin medios de elevación y sin nieve “pisada” por máquinas.

Existe una “tribu” de adictos a la nieve polvo que viajan siguiendo el invierno y las condiciones óptimas de los descensos soñados. Por eso Mendoza está en una buena posición, ya que los meses de nieve son los de “contra temporada” en el hemisferio norte.

Subir turistas a un helicóptero para internarse en la cordillera implica una logística delicada. Hay protocolos de seguridad, se tienen que dar las condiciones adecuadas y pilotos y guías tienen que saber detectar laderas disfrutables pero con el menor riesgo posible. Para traer esta actividad al Valle de Uco, The Vines cerró un convenio con Powder South, una empresa de capitales chilenos, con base en Colorado, EEUU. El programa que se va a ofrecer aquí es una variante de los que ya opera esta empresa al otro lado de la cordillera, en el Cajón del Maipo.

El programa más corto es de 3 días, con un total de 9 horas de vuelo, con todos los servicios incluidos salvo el aéreo hasta y desde Mendoza.

El valle al que mira el mundo

The Vines of Mendoza es uno de los emprendimientos que instalaron al Valle de UcoU en el circuito internacional del turismo vitivinícola de lujo. Fue creado por Pablo Giménez Rilli y Michael Evans en 2005 y tiene dos variantes: una inmobiliaria en una propiedad de 600 hectáreas de viñas y una bodega, ubicadas en la ruta 94 en Tunuyán, que ofrece la posibilidad de adquirir viñedos y elaborar vinos privados; por otro lado, el Spa & Resort. Se trata de un “lodge” de lujo, con una impactante vista de la cordillera. El sitio mereció un elogioso artículo en el diario The New York Times, hace pocos meses.

El privilegiado Uco vive un (muy merecido) auge en desarrollos turísticos de lujo, en general vinculados al vino. La bodega O Fournier, instalada en Eugenio Bustos, San Carlos, abrirá el año que viene un hotel 5 estrellas a metros de sus viñedos. La bodega Salentein fue una de las primeras inversiones extranjeras en turismo, con una posada y un espacio de arte. Luego se sumaron nombres como el hotel Fuentemayor, la posada Casa Antucura, en Vista Flores, el lodge Alpasión y el reciente Morada de los Andes, que también une la propiedad de viñedos con servicios turísticos de alta gama. Casa de Uco y Atamisque son otras opciones que integran uno de los circuitos de mayor calidad de la provincia.

Magia blanca

Los paquetes de heliesquí en Tunuyán se comercializan en dos opciones: uno de tres días y uno de 6 días.

El programa incluye todos los servicios, a partir del aeropuerto de Mendoza: transfers, alojamiento y pensión completa en The Vines, equipo de esquí o snowboard, y lo más relevante: 9 horas de tiempo de helicóptero en la opción más corta, y 18 horas de vuelo en el tour de 6 días.

El otro ítem importante son los guías y pilotos. Los guías cuentan con las certificaciones internacionales UIAMG y IFMGA, y los pilotos son avezados “lobos del aire”.

Fuente: Diario Los Andes, Nicolás García

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