Al pie de la cordillera de los Andes, existe una región que tiene unos paisajes inolvidables, vinos que tienen reputación por estar entre los mejores del mundo, con bodegas estupendas para aprender del proceso y de la historia vitivinícola de esta región argentina.

Además de ser la cuna de los Enanitos Verdes, Mendoza es responsable de más del 60% de la producción nacional del vino, lo cual la convierte en una de las capitales internacionales de esta maravillosa bebida.

En esta ocasión, te hablaremos de las 4 zonas más importantes de la producción vitivinícola mendocina junto con nuestra recomendación de hoteles, para que emprendás pronto tu viaje y vivas toda la experiencia alrededor del vino en Mendoza.

 

Zona Norte

De las casi 2.000 bodegas que existen en Mendoza, esta zona contiene más de la mitad de ellas y es la más cercana a la capital de la región.

Algunos de los viñedos, especialmente por el área de Maipú, tienen más de 100 años de antigüedad, razón por la que es considerada una de las cunas del vino argentino donde sobresale la producción de vinos blancos frutados y tintos jóvenes.

En tu paso por esta zona, podés visitar el Museo Nacional del Vino y la Vendimia que sorprende desde la entrada por su arquitectura, para que aprendás sobre la historia del vino en Argentina y cómo este se volvió el sueño de inmigrantes europeos que buscaban el éxito en el Nuevo Mundo años atrás.

 

Las bodegas que no te podés perder

Bodegas López

Este viñedo ya cuenta con más de 118 años de existencia, y fue fundado por el español José López Rivas cuando las plagas en Europa devastaron los cultivos de uvas.

Tras una rica historia, el viñedo sigue siendo manejado por miembros de la familia López y se ha convertido en una de las principales bodegas de Argentina.

Disfrutá el tour informativo para aprender todo el proceso de uno de los mejores vinos Malbec y así entender por qué este tipo de vino tiene la acidez perfecta para combinar con un típico asado argentino.

 

Antigua Bodega Giol

Fundada por un italiano a finales del siglo XIX, y fue considerado el viñedo más grande del mundo para el año 1910 al ocupar más de 250 hectareas y producir alrededor de la mitad del vino argentino de la época.

Disfrutá de la degustación en esta casa donde el tiempo parece haber parado pues ha sido preservada tal y como era hace más de 100 años. Además, siendo parte del Museo Nacional del Vino y la Vendimia, tenés todo el tour informativo para salir siendo un experto catador.

 

Posada Verde Oliva. Dormir rodeado de viñedos es una realidad en esta posada. El lugar conserva la estética del siglo XIX y se ha convertido en un lugar especial para amantes de lo gourmet al tener un restaurante fantástico y producir su propio vino y aceite de oliva.

La armonía de este lugar, su maravilloso Spa y sus preciosas habitaciones lo vuelven un sitio perfecto para el descanso que tanto buscás. Además, el staff no sólo te ayuda a planear tus visitas a las bodegas sino que organiza catas de vino y aceitunas, junto a la recolección de uvas, para que sus huéspedes vivan una auténtica experiencia vitivinícola.

 

Zona Este

Acá la tranquilidad de la vida rural es la protagonista al no tener grandes poblaciones en la zona más extensa de la provincia mendocina, ideal para escapar del caos de la ciudad.

Las tierras de estos viñedos están irrigadas por el rio Tunuyán, que acumula sus aguas en el conocido dique El Carrizal, dándoles la fertilidad necesaria para cultivar uvas de la mejor calidad.

 

Las bodegas que no te podés perder

Casa La Primavera

Esta bodega ubicada en el departamendo de Rivadavia está en funcionamiento desde el año 1912 y posee todas las características típicas de una bodega mendocina, respetando la tradiciónal bodega original a pesar de la modernización del proceso para la elaboración de los vinos.

La filosofía de la familia dueña del viñedo: el vino está para disfrutar. Por eso, sus vinos maridan fácilmente con una amplia selección gastronómica para cualquier persona sin dejar a un lado una excelente calidad.

 

Bodega Carelli

Desde 1943, la Bodega Carelli tiene abiertas sus puertas como viñedo, pero el edificio data de 1895 y sigue conservado con su estética original.

Esta bodega se especializa en Malbec, Bonarda y Syrah, dándole paso a vinos generalmente frutados. Disfrutá de una preciosa arquitectura y un excelente vino, resultado de la tradición familiar y el buen gusto.

 

Posada Borravino

Esta preciosa posada se encuentra a unos 15 kilómetros de Mendoza capital para tener lo mejor de dos mundos: ciudad y campo.

El amor a los detalles es visible en todo el hotel con sus jardines espectaculares y una oferta gastronómica que deja a todos maravillados desde el momento del desayuno. Además, los huéspedes tienen la posibilidad de alquilar bicicletas para conocer la zona y ser testigos del imponente paisaje, característico de Mendoza.

 

Valle de Uco

Esta es la zona perfecta para agarrar la Ruta 89, también conocida como el Camino del Vino, ya que a su paso podrás encontrarte con cientos de viñedos de la mejor calidad.

El paisaje místico es uno de los atractivos más especiales de esta parte de Mendoza, pues verás la Cordillera de los Andes desde el mejor de sus ángulos. No perdás la oportunidad de disfrutar una de las vistas más impresionantes que tiene Sudamérica, mientras tenés un buen vino a la mano.

 

Las bodegas que no te podés perder

Salentein

Una de las bodegas más famosas de todo el país, ubicada a 1.200 metros de altura sobre el nivel del mar, lo cual hace sus tierras ideales para el cultivo de las mejores uvas. La bodega tiene tres salas de degustación decoradas de una forma exquisita para la mejor experiencia de sus invitados, los cuales pueden disfrutar de tours guiados dependiendo el número de personas en el grupo, garantizando la cata algunos de los mejores vinos producidos por esta bodega.

Además de aprender, preparate para pasar un tiempo bárbaro con un vino de una excelente calidad.

 

Diamandes

A pesar de no tener muchísimos años de funcionamiento, esta bodega ha capturado la atención de muchísimos viajeros amantes del vino. Su nombre es la combinación entre “diamante” y “Andes” al ser testigo de la de imponente cordillera frente a su terreno.

Desde su creación, le ha dado una gran importancia al turismo enológico y por esto ofrece una experiencia vitivinícola de la mejor categoría, mezclándose con la serenidad y la belleza de la naturaleza que le rodea.

Su “know-how” es basado en la técnica del famoso vino francés de Burdeos, sin dejar a un lado la tradición mendocina.

 

Postales Boutique Wine Hotel

Alrededor de 37 acres de viñedo y su propia huerta, son algunos de los encantos de este hotel boutique.

Además de unas habitaciones muy lindas, los huéspedes pueden disfrutar de degustaciones de vino, clases de cocina y tours en la propiedad para tener toda una experiencia enológica. El lugar ideal para escaparte de todo y relajarte en la pileta después de una sesión de aromaterapia y un par de vinos.

 

Zona Sur

Formada principalmente por los departamentos de San Rafael, Malargüe y General Alvear, esta zona se caracteriza por su diversidad en climas y vegetación, que la convierten en un gran atractivo por todas las actividades que se pueden realizar, desde catar vinos espectaculares hasta aventurarse en una buena sesión de rafting sobre el río Atuel.

Además de los vinos, su gastronomía la hace famosa a nivel nacional, caracterizada principalmente por el tradicional chivo a las brasas y su espectacular queso de cabra.

 

Las bodegas que no te podés perder

Suter

Un matrimonio proveniente de Suiza fue el responsable de los primeros barbechos de esta bodega en 1897 y ahora es uno de los viñedos más importantes de la provincia.

Además de un maravilloso Malbec, este viñedo se ha especializado también en Champaña, y ambos se podrán disfrutar al final del tour para que aprendás todo de la producción de ambas bebidas.

 

Bodega Alfredo Roca

Esta bodega se construyó en 1905 y hasta la hecha se ha mantenido su arquitectura original, y ha sido el lugar donde se han criado algunos de los mejores vinos de Argentina.

El lema de la familia Roca, “dedicación familiar, vinos con alma” refleja la hermosa filosfía con la que se ha decidido manejar este viñedo y así es también la espectacular atención que reciben sus visitantes durante los 45 minutos que dura el tour, terminando con una degustación.

 

Auberge Du Vin

Despertarse y ver frente a tu cama la Cordillera de los Andes es la vida diaria en este hotel. Encima, algunas de las habitaciones tienen acceso directo privado hacia los viñedos para aquellos que quieran empezar el día con una caminata matutina entre cultivos y montañas.

El Auberge Du Vin está rodeado de un espectacular campo de golf, ideal para los amantes de este deporte que además quieran terminar su día con un vino en la terraza con una de las vistas más bárbaras del país.

¡Esta es tu oportunidad para completar tu viaje enológico despertándote entre acres de viñedos!

 

Fuente: magazine.trivago.com.ar

Esta entrada también está disponible en: Spanish Portuguese (Brazil)

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