Antes del 15 de julio los trabajadores deberán recibir dos sumas fijas de $ 1.500, correspondientes a mayo y junio. Recién con el salario de julio se aplicará un 17% remunerativo, completado con un segundo tramo del 10% a partir de noviembre. En el medio dos cifras fijas de $ 1.600 en agosto y octubre. Los empleados de las escalas más bajas reciben un poco más en bolsillo que en el convenio de Comercio, mientras que los empresarios ganaron aire por el diferimiento del remunerativo

Otra vez con un clima externo enrarecido se cerró la paritaria para empleados de agencias de viajes, la séptima desde que el sector obtuvo la autonomía para negociar los convenios salariales con la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys). Siete años en los cuales ha ido creciendo la conflictividad (por ahora sin efectos en la mesa chica negociadora), pero en los cuales también los acuerdos salariales han ido ganando especificidad y moldeándose mejor a la estacionalidad de las empresas.

“Por algo firmamos en 2008 un convenio colectivo propio, porque tenemos condiciones distintas y necesitamos fijar aumentos en función de eso. Y es indudable que el 2° semestre es mejor que el 1°. Así que es un proceso que va a haber que entender, guste o no”, analizó el secretario de la Faevyt, Walter Rodríguez.

LOS NÚMEROS.

Antes de seguir con el análisis del contexto, repasemos los números del acuerdo. Los porcentajes gruesos (con el techo impuesto por el Gobierno) respecto de la paritaria de Comercio son idénticos y siempre lo han sido: 27%, en dos tramos de 17% y 10% no acumulativos. Lo distinto viene en la letra chica, en los plazos y el cómo se abona.

Como adelantamos hace varias semanas, la vuelta de tuerca “creativa” aplicada al convenio salarial de 2014 volvió a reiterarse en el de 2015.

O sea, descomprimir los duros meses de la baja para las agencias con sumas fijas al principio y ganar algo de tiempo para la aplicación de los porcentajes remunerativos.

PASAR EL INVIERNO.

Por eso, otra vez el esquema de este año arranca con dos sumas fijas no remunerativas de $ 1.500, correspondientes a mayo y junio. Valga la aclaración, estos montos deben ser abonados indefectiblemente antes del 15 de julio. Es decir, se pueden liquidar la próxima semana con el salario de junio o si no se llega a tiempo en recibos aparte, pero siempre antes de mediados del próximo mes.

El primer tramo remunerativo (17%) llega con el sueldo de julio –se cobra en agosto–. Con lo cual, no aplica sobre el aguinaldo. Ése fue justamente uno de los puntos que había trabado el acuerdo y que más reclamaban los empleados autoconvocados.

Desde la Faevyt explicaron que esa diferencia se ve compensada con las sumas fijas previstas para el segundo semestre: $ 1.600 en agosto y $ 1.600 octubre.

La última incorporación salarial viene con el segundo tramo del remunerativo (10%) en noviembre –a cobrar en diciembre–.

Un dato no menor (aunque todavía no fue llevado al papel) es que las sumas fijas son proporcionales a la jornada laboral.

El año pasado hubo mucha polémica entre las cámaras mercantiles y el gremio al respecto, por lo cual en el reciente convenio dejaron explícitamente aclarado en el artículo 2° “que para el caso de los trabajadores que laboren en forma discontinua o a tiempo parcial o bajo el régimen de jornada reducida, el monto de la asignación resultante será proporcional a la jornada laboral cumplida”. Más o menos calcado a lo que figurará en el documento para los empleados de agencias.

HACIENDO CUENTAS.

Según los cálculos de las partes, los empleados recibirán en bolsillo $ 480 más que si rigiera el acuerdo general de Comercio. Claro que el beneficio surge de comparar los básicos convencionales, ya que a medida que se sube en la escala la diferencia se acorta y llega a revertirse en los salarios más altos. Por su parte, los empresarios tendrán un mayor alivio financiero producto del diferimiento del aumento remunerativo hasta julio. Lo que implica no sólo evitar aplicar el incremento porcentual al aguinaldo, sino fundamentalmente pasar los meses de baja sin afrontar incrementos en las cargas sociales (que son alrededor del 40% del salario). Recordemos que las sumas fijas no pagan dichas cargas, mientras que los remunerativos sí.

SATISFECHOS Y NO TANTO.

“Hacer algo distinto lleva tiempo, pero estamos conformes con haber llegado al acuerdo más justo para todas las partes”, opinó el secretario de la Faevyt. Del lado de los empleados autoconvocados, que se movilizaron días atrás a la sede de la Faevyt, estuvo lejos de satisfacer las expectativas: “Finalmente terminan haciendo y pagando lo que quieren y cómo quieren”, señaló un vocero del grupo, quien agregó: “Nosotros ya dijimos que queremos tener las mismas condiciones que el convenio de Comercio. ¿Dónde quedó eso de que el trabajador se puede beneficiar del mejor acuerdo?”.

PASANDO EN LIMPIO.

El proceso paritario de 2015 deja planteado un nuevo escenario. Lo novedoso ya no son las movilizaciones reclamando celeridad en la firma del acuerdo salarial. Sí lo es el cambio de foco, que hasta ahora se había centrado en el propio sindicato (acusado en los años anteriores de arreglar a espaldas de los intereses trabajadores). Ese dato encierra otro panorama inédito hasta ahora. Dentro del gremio se abrió una segunda línea que alienta –al menos ante los empleados– ese viraje en el blanco de las marchas. De hecho, hubo apoyo del sindicato a la última movilización. Y como corolario –tal vez el que más irritó a la Faevyt– se inscribe el respaldo del Foro de Profesionales en Turismo a los autoconvocados. Entidad con la cual la Federación mantiene viejos recelos por el reiterado pedido por parte del Foro de que se le retire a la gremial empresaria el manejo del Registro de Idóneos delegado por el MinTur. Si bien es cierto que la ampliación de la mano de jugadores en la contienda no se tradujo en términos de masividad de la protesta, es inocultable que el grupo de empleados autoconvocados sumó redes de institucionalidad al reclamo. A lo cual, se agrega una evidente suba del tono de los mensajes, que esta vez llegaron a tomar nombre propio. Preocupó a la dirigencia empresaria el intento de viralizar la imagen de su presidente como responsable “de la precarización laboral” del sector. El trayecto desde esa postura al escrache se acortó lo suficiente como para empezar a tomar en cuenta este ascenso en la conflictividad. Por ahora, en la Faevyt insisten en que “no podemos priorizar la tranquilidad política a la necesidad económica que implica una paritaria en este momento

Fuente: Ladevi
03/07/2015

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