Formulamos aquí las 10 preguntas más frecuentes a la hora de querer organizar una ski week para las vacaciones de invierno. Qué centro de esquí seleccionar, inicio de temporada, precios, posibles tipos de deporte a practicar según el lugar elegido, cómo hay que hacer con los equipos y la ropa adecuada para la nieve, en fin…todo lo que puedas necesitar antes de pisar la nieve, lo vas a encontrar acá.

Es ese momento del año. Aunque el calendario lo niegue, el invierno ya se instaló, no hay vuelta atrás. Y en publicaciones como ésta empiezan a aparecer más y más avisos con fotos de esquiadores sonrientes sobre pistas blanquísimas y cielos intensos. La temporada de esquí está a la vuelta de la esquina.

Los habitués de la nieve hacen números y suspiran. Aquellos que tienen claro que jamás invertirían tiempo ni dinero en pasar aún más frío del que ya tienen en su ciudad, siguen de largo en busca de información sobre alguna playa del Caribe con garantía de sol. Pero otro grupo se detiene ante las ofertas de ski weeks y piensa: “Esto podría estar bien. Hace rato que la idea me tienta, pero no me animo. ¿Y si este año me largo?”.

Para esta silenciosa mayoría de indecisos, aquí van diez preguntas frecuentes y diez respuestas imprescindibles para preparar el mejor debut en alguno de los cada vez más equipados centros de esquí del país.

1 ¿Cuánto cuesta?

Sí, es una actividad cara. Siempre lo fue y lo seguirá siendo. Y, por favor, a no comparar el precio de un ski week con una semana en la mejor playa de Brasil (mucho más accesible, por cierto), porque sería como equiparar peras con limones. Son dos viajes completamente diferentes. Si la idea es irse de vacaciones al menor precio posible, mejor ir preparando el traje de baño y las ojotas.

Los que van a esquiar tienen que contemplar, además del traslado, el alojamiento y la comida (básicos en cualquier viaje), los servicios indispensables en la montaña. Para tener una idea, los pases para los medios de elevación cuestan en promedio 1000 pesos por día en vacaciones de invierno (en los pases por siete días se reduce bastante el precio); el alquiler de equipo (esquíes y botas), 600 pesos por día y los precios de las clases varían considerablemente según si son colectivas o individuales, cantidad de horas, etcétera.

Por ejemplo, las clases colectivas por persona durante tres días cuestan entre 3000 y 4000 pesos.

2 ¿Qué centro elijo?

En la cordillera argentina hay siete centros de esquí alpino de primer nivel, desde Mendoza hasta Tierra del Fuego.

Los que estén convencidos de que sólo quieren esquiar sin ninguna otra distracción y sin pérdidas de tiempo pueden elegir Las Leñas, un centro exclusivo para esquiadores, con hoteles casi sobre las pistas. Es el centro más cercano a Buenos Aires, incluso muchos visitantes llegan en auto o en ómnibus. Otra opción es alojarse en Villa Catedral, al pie del cerro, en Bariloche.

Los que quieran alternar días de esquí con paseos turísticos y noches con buena gastronomía en diferentes restaurantes pueden ir a San Martín de los Andes, para esquiar en Chapelco; a Ushuaia, para probar las pistas de Cerro Castor o a Villa La Angostura, para subir al Cerro Bayo. Otra alternativa es quedarse en las zonas más urbanas de Bariloche. La opción más económica y de perfil más familiar es el centro La Hoya, en Esquel. Caviahue es un centro chico, con alternativas de otros paseos extra esquí.

Todos tienen pistas y sectores exclusivos para principiantes. De todas maneras hay que estar atento a los colores de las pistas, porque una vez que se sube a una silla equivocada, no hay retorno. Las más fáciles son las verdes. Después, azul, roja y negra, para expertos.

 

Mendoza esquí y nieve

Mendoza esquí y nieve

 

3 ¿Y el equipo? ¿Y la ropa?

El equipo de esquí (tablas, botas y bastones) se alquila en los cerros y se deja en los rentals cada día. No hay que volver a la cabaña o al hotel con los esquís a cuestas. Mucho menos comprarlos, eso es para los que entran en la categoría de fanáticos.

Para ir a la montaña, claro está, no alcanza con lo puesto. La ropa es fundamental para no quedarse congelado en la aerosilla o estar toda la tarde mojado. Se necesita, como mínimo, pantalones de esquí (abrigados e impermeables), campera cómoda e impermeable, polar, medias térmicas, gorro, guantes de esquí y antiparras o anteojos de sol. ¡Y a no olvidarse del protector solar!

4 ¿Esquí o snowboard?

Para los principiantes sería como la pregunta del millón. “Hay muchas respuestas posibles y depende de los antecedentes deportivos, edad de cada perona y por supuesto, sus ganas y estado físico. Les preguntamos si hacen surf, andan en patineta, en bicicleta y en rollers y los orientamos”, explica Pedro Vergara, director de la Escuela de Esquí de Cerro Castor. Si nunca se hizo surf ni se anduvo en skate, lo mejor será empezar con esquí. El mismo consejo se lo dan a personas de mediana edad o que tienen algunos kilos de más. “El snowboard requiere tirarse mucho al piso, para ponerse tabla y fijaciones y requiere tener mucho equilibrio y control en los pies”.

Para los menores de 8 años, tampoco es recomendable la práctica del snowboard porque no tienen la fuerza muscular y la motricidad fina para manejar la tabla. Entre los 3 y los 7 años, sólo esquí.

“El snowboard da mucho trabajo al principio, el inicio y desarrollo son más complejos, cuesta más adquirir la técnica, pero después, se puede recorrer toda la montaña, aunque sea derrapando, algo que con el esquí sería imposible y peligroso, porque requiere mucha más técnica.”

5 ¿Cómo hago para que me salga más barato?

Los centros de esquí dividen la temporada en tres segmentos: baja, media y alta, y algunos incluso suman un cuarto segmento, especial.

La temporada alta coincide con las vacaciones de invierno escolares (julio) y es el momento más caro. En la media, en agosto, las tarifas se reducen alrededor de un 30 % y en la baja (principio de temporada y septiembre), el precio puede llegar a la mitad en relación con el de la alta.

Este año abren las pistas el fin de semana largo del 20 de junio.

Durante la media y la baja, las montañas suelen tener menos visitantes por lo que las pistas están más tranquilas. También son económicos los alojamientos, un buen momento para los principiantes. Catedral y Las Leñas ofrecen pases para los medios de elevación para principiantes, que conducen a los sectores más accesibles de las montañas y que cuestan menos que el pase para toda la montaña.

6 ¿Puedo resolver la compra online?

Desde hace unas temporadas, los centros gradualmente fueron implementando la posibilidad de comprar los pases por Internet para evitar perder tiempo en colas interminables al pie de la montaña. Esta temporada comenzaron a ofrecer el servicio Cerro Bayo y Cerro Castor. Para cargar el pase elegido, es necesario tener la tarjeta de aproximación, la que se usó el año pasado. Si es la primera vez que se esquía, de todas maneras se puede hacer la compra y retirar la tarjeta en el cerro.

7 ¿Y los chicos?

Los menores de la familia son los que más rápido aprenden a esquiar. Los centros ofrecen clases para chicos entre los 3 (si no usan más pañal) y los 12 años, divididos en grupos por edad y nivel. El sistema de escuela es de todo el día, con clases a la mañana, a la tarde, comida y merienda incluidas.

Se dispone de pases para menores a partir de los 5 o 6 años, según cada complejo. Antes de esa edad en algunos centros no pagan, en otros, como Catedral, abonan el pase infante.

Una buena recomendación para los muy chiquitos que van por primera vez a la nieve con intención de esquiar es que se los incentive desde la casa con fotos, videos, que se los vista antes del viaje, si se puede con botas, mejor, para que se acostumbren. Además del equipo, los chicos deben utilizar casco, que también se alquila. Y los más grandes, si hacen snowboard, muñequera.

También se puede acceder a guardería para dejar a los bebes y muy chiquitos mientras los padres esquían.

 

Nieve en familia Mendoza

Nieve en familia 

 

8 ¿El que no esquía, se muere de aburrimiento?

La realidad es que un poco sí, pero a no desesperar porque hay algunas alternativas. Puede acompañar a la montaña y realizar otras actividades, como patinaje sobre hielo, caminatas con raquetas, paseos en trineos y motos de nieve. O con un buen libro y una porción de torta mediante, pasar la tarde en un parador contemplando el paisaje nevado y leyendo. Y si no, directamente optar por un día de spa en el hotel o una excursión lejos de la montaña.

9 ¿Qué tipo y cuántas clases debería tomar?

No hay límite de edad para empezar a esquiar: desde los tres años en adelante. La primera sugerencia para un principiante es que tome clases y no se largue solo a la montaña, porque es muy peligroso para él y para los demás. “Acá decimos que la escuela sudamericana es ir solo a las pistas y la verdad es que no es tan fácil. Una lesión en el esquí dura toda la vida”, advierte Pedro Vergara.

Lo que recomiendan es que se tomen clases con una continuidad de tres días, dos horas por día como mínimo, para poder tener más libertad en la montaña y estar más seguros. Los centros ofrecen clases individuales (se aprende más rápido porque los errores se corrigen al instante, pero son más costosas) y grupales, según el nivel de cada esquiador. Con tres días de clases, según la habilidad de cada esquiador, se pueden bajar las pistas verdes, las más sencillas y los caminitos.

10 ¿Y si me arrepiento?

Los pases no tienen devolución, si no se esquía, se pierden. Es bueno recordar que los pases son por días consecutivos. Pero algunos centros de esquí, como Catedral y Cerro Bayo, desde hace poco, venden pases flexibles. Por ejemplo, si compro un pase por siete días, esquío sólo uno y no quiero volver o el tiempo no acompaña, no se pierden, sirven para utilizarlos en días no consecutivos, incluso el año siguiente, siempre en la misma temporada (alta, media, baja).

 

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