Capital Argentina del Vino

Capital Argentina del Vino

La provincia de Mendoza, ubicada en la región de Cuyo en el centro oeste de Argentina, es considerada la capital del vino argentino. Sus paisajes de ensueño, la deliciosa gastronomía y el turismo del vino la convierten en un destino perfecto para vivir una experiencia única.

Una de las 10 capitales mundiales del vino

La altura a la cual se cultivan los viñedos, la amplitud térmica y las pocas lluvias, junto con la calidad del suelo y la luminosidad de los días conforman un escenario perfecto para la producción de vinos de excelente calidad. Estos factores junto con el desarrollo de la vitivinicultura convirtieron a Mendoza en una las 10 “Grandes Capitales del Vino” (Great Wine Capitals), junto con Adelaide en Australia, Bilbao y Rioja en España, Bordeaux en Francia, Laussanne en Suiza, Mainz Rheinhessen en Alemania, Porto en Portugal, San Francisco y el Valle de Napa en los Estados Unidos,  Valparaíso y Casablanca Valley en Chile y Verona en Italia.

En Mendoza se produce más del 70% del vino argentino y cuenta con la mayor cantidad de bodegas del país.

 

Las rutas del vino mendocino

La provincia de Mendoza es sumamente extensa y presenta diferentes climas, suelos y alturas, donde se distinguen grandes zonas productoras:

  • La ruta Norte

Es la más cercana a la ciudad de Mendoza, capital de la provincia, y abarca las localidades de Godoy Cruz, Guaymallén, Luján de Cuyo y Maipú. Aquí encontraremos bodegas de primer nivel, a sólo 20 km de Mendoza Capital. Esta ruta al ser la más cercana a la ciudad, es la de más fácil acceso para quienes dispongan de pocos días en la provincia.

Esta zona se destaca por los blancos frutados y los tintos jóvenes. Entre las variedades más extendidas se encuentran el Chenin Blanc y Torrontés. En cuanto a los vinos tintos, los cepajes Malbec y Bonarda.

Algunos de los establecimientos que podemos visitar en esta región son la tradicional bodega López, Luigi Bosca, Lagarde, Nieto Senetiner y Bodegas Norton, entre muchas otras.

  • La ruta alta del Río Mendoza

Abarca Luján de Cuyo, parte de Maipú y parte de Las Heras. Aquí se elabora el más exquisito Malbec, y Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Sirah. Entre los blancos se cultivan el Chardonnay, Chenin, Moscatel y Viognier. Es una de las zonas con mayor desarrollo donde se concentran los varietales de exportación con su gran estrella, el malbec.

Los distritos de mayor altura como Vistalba, Las Compuertas y Perdriel son los más fríos y los más buscados para la producción de vinos de mayor elegancia.

  • La ruta Este

Conformada por los departamentos de San Martín, Junín, Santa Rosa, La Paz y Rivadavia, representa la mayor región vitivinícola del país con cerca de 70.000 hectáreas dedicadas a esta actividad. Aquí se produce vino a granel y se encuentran las bodegas de mayor volumen de producción.

Encontramos una amplia gama de variedades de uvas donde entre las tintas se destacan bonarda, syrah, y tempranillo, y entre las blancas torrontés mendocino, chenin y viognier.

  • La ruta del Valle de Uco

Situada a 100 km de la ciudad de Mendoza, abarca los departamentos de Tunuyán, San Carlos y Tupungato. Esta zona es la de mayor altura y sus paisajes montañosos son maravillosos. La mayor parte de los viñedos están ubicados en las laderas de la precordillera, entre los 850 y 1400 metros sobre el nivel del mar. Los cepajes blancos de mayor desarrollo en la región son: Chardonnay, Semillón, Torrontés entre los blancos. Aquí surge el famoso Malbec, que junto con el Merlot, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Bonarda se destaca en entre los tintos. En las zonas más altas se encuentran Pinot Noir y Syrah.

Encontramos bodegas como Zuccardi, premiada a nivel mundial, con uno de los mejores recorridos y actividades para el visitante y otros importantes establecimientos como Salentein y Casa de Uco.

  • La ruta Sur

Se ubica a 260 km de la ciudad, incluye los departamentos de General Alvear y San Rafael. Los principales cepajes de la región son: chardonnay, sauvignon blanc, semillón, y torrontés mendocino entre los blancos, y las variedades tintas más importantes son el cabernet sauvignon, pinot noir, merlot, malbec, syrah, y bonarda.

En este área se encuentran importantes establecimientos como Bodegas Bianchi, Suter y Lavaque, entre muchas otras.

 

Entre viñedos y bodegas

Las bodegas constituyen uno de los grandes atractivos turísticos de la provincia. Ubicadas en medio de hermosos paisajes, proponen recorridos, degustaciones y actividades para disfrutar y conocer los procesos y características de la industria vitivinícola.

En la región hay más de 1.200 bodegas, algunas de ellas son: López, Valentín Bianchi, Familia Zuccardi, Trapiche, Norton, Navarro Correas, Nieto Senetiner, Chandon, y muchas más. Alrededor de 100 bodegas están habilitadas para las visitas turísticas.

La cantidad de bodegas y la enorme región geográfica por la que están dispersas, requiere elegir cuidadosamente alguna de las rutas y los sitios a visitar de acuerdo a los gustos de cada uno, las actividades ofrecidas y la cercanía al lugar. Aparte de los recorridos tradicionales para conocer los procesos productivos y la degustación, se suman opciones que incluyen hospedaje, almuerzos gourmet, tours en bicicleta y catas de vinos directamente del barril.

Hay tours que optimizan el recorrido visitando varias bodegas cercanas en el mismo día, incluyendo diversas actividades como caminata por las viñas, observación del proceso de embotellado y etiquetado, cata y conocimientos básicos de enología a cargo de conocidos sommeliers.

Otras excursiones recorren no sólo bodegas, sino también destilerías y fábricas de cerveza artesanal.

La región también es un reconocida por la producción de aceite de oliva de excelente calidad. Varios establecimientos muestran su proceso productivo al visitante, incluyendo recorrido por los olivares y degustación de los mejores aceites.

 

Mendoza en tiempo de vendimia

Si bien durante todo el año se pueden visitar las bodegas, el momento perfecto es durante los meses de febrero, marzo y abril, cuando las regiones productoras se encuentran en época de vendimia, el tiempo en que se recogen las uvas. En este momento las bodegas se encuentran funcionando a pleno y ofrecen actividades y experiencias únicas en torno al vino y el proceso de cosecha.

Las propuestas incluyen el acercamiento a los procesos productivos, probar las uvas directamente de la planta, ver y participar de la recolección, degustaciones en las cavas, maridaje de vinos con platos típicos, cabalgatas y paseos en bicicleta entre los viñedos, entre otras.

Al finalizar la cosecha, generalmente a principios de marzo, se celebra una de las festividades tradicionales más populares de la provincia y de todo el país: la Fiesta de la Vendimia. La fiesta representa el agradecimiento a los frutos, al trabajo y el esfuerzo llevado a cabo durante la producción del vino.

Consta de cuatro eventos principales a lo largo de varios días. Comienzan por la bendición de los frutos y continúan con la Vía Blanca de las Reinas, donde desfilan en carruajes alegóricos las reinas de cada departamento de Mendoza y de otras provincias. A estos eventos lo sucede la Pisada de las Uvas, donde al son de la música se pisan las uvas con los pies descalzos en grandes barricas. La culminación del festejo se realiza el primer sábado del mes de marzo en un espectacular teatro griego construido para tal fin que congrega multitudes. En este acto se elige la Reina de la Vendimia y se presentan numerosos artistas.

Esta celebración tiene su origen en 1936, cuando los inmigrantes, al finalizar los trabajos de cosecha y elaboración del vino, se reunían para festejar y agradecer a la naturaleza por la cosecha. A través de bailes, cantos y la elección de una reina que coronaban con racimos de uva.

 

Un destino más allá del vino

Además del turismo enológico, la provincial ofrece una gran variedad de atractivos y bellezas naturales ideales para los amantes del turismo aventura. Ríos, valles y montañas configuran un escenario perfecto para la práctica de deportes de montaña, de aventura y acuáticos. Las montañas invitan a las escaladas, el rappel, mountain bike y tirolesas. Rafting y kayaking se practican en los ríos. Los más valientes y entrenados podrán desafiar sus límites con el ascenso a la montaña más alta de América: el Aconcagua. Sus 6962 metros atraen a escaladores de todo el mundo.

El invierno – entre junio y agosto- congrega a miles de esquiadores y amantes de los deportes de nieve en los centros invernales. Las Leñas o Penitentes son los más visitados.

A estas actividades al aire libre, se suma una amplia oferta cultural que incluye historia y arte. Museos, colecciones, monumentos históricos y patrimonio cultural que forma parte de la identidad y tradición de la provincia.

La infraestructura y los servicios para el visitante son muy completos y variados, con propuestas para todos los estilos y presupuestos. La combinación perfecta entre enoturismo y atractivos naturales.

 

Fuente: quever.travel

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