El proyecto que unirá el Portillo con Chile busca ser el puntapié para un paso internacional, pero genera resistencia porque muchos están convencidos de que debe conservarse como sendero patrimonial.
Fue camino de los arrieros que vendían ganado en Chile en la época colonial. Los indígenas también lo usaban para negociar con los araucanos chilenos. San Martín echó mano de él para despistar a sus adversarios en la Gesta Libertadora y volvió por sus senderos con la independencia ya en sus manos.
Darwin habló maravillas de la travesía que realizó por estas montañas en 1835. Y hasta hoy, no hay quién lo visite y no quede extasiado con sus paisajes de quebradas, valles, vertientes, humedales, glaciares y picos.
La ruta 94, que parte desde el Manzano Histórico y se interna en la cordillera, se convertirá en una huella turística hasta Chile. Por un acuerdo entre la Provincia y el municipio de Tunuyán, continuarán el camino, que hoy llega hasta el Portillo Argentino. Las máquinas de Vialidad ya comenzaron a trabajar para abrir una senda que siga hasta el refugio Real de la Cruz y luego hasta el paso chileno Portillo Piuquenes.
Se trata de unos 25 kilómetros de incalculable belleza paisajística, histórica y patrimonial que se encuentra dentro de un área protegida (es una reserva natural y cultural de uso controlado según las leyes provinciales 6.128 y su ampliación en la 8.400). Por esta situación es que la construcción de este camino obliga a la Provincia a exigir estudios de impacto ambiental y hasta audiencias públicas, para asegurar que la nueva traza no altere el patrimonio de la zona.
Estos senderos de montaña ya son aprovechados actualmente por miles de turistas que disfrutan del lugar realizando escaladas en roca o travesías a pie, caballo o bicicleta. Y no son pocos los que consideran que es, justamente, lo ‘virgen’ de su paisaje y esa dificultad en el acceso lo que constituye hoy el atractivo turístico por excelencia a preservar.
Por otro lado, desde el Gobierno sostienen que «este camino natural indicará al visitante por dónde transitar, según lo que disponga Recursos, de manera organizada para no afectar al ecosistema del lugar», tal como lo expuso Héctor Rubio, coordinador del Ministerio de Infraestructura en el Valle de Uco.
Lo cierto es que abrirá el juego a vehículos con motor que, hasta el momento, no podían llegar a este sitio paradisíaco; como las 4×4, motos y otros transportes preparados para la altura. También, las autoridades sostienen que esto impulsaría una serie de emprendimientos que se proyectan en el lugar y están relacionados al turismo y el deporte, como la creación de un nuevo centro de esquí para Mendoza en Manantiales.
Aunque lo que más entusiasma a los tunuyaninos es que esta huella se alce como un precedente para avanzar en la concreción de uno de sus mayores anhelos: el construir otro paso provincial a Chile por el Portillo Argentino, desde Tunuyán hasta la ciudad chilena de San Gabriel. El proyecto viene discutiéndose desde hace tiempo y, aunque la obra estuvo a punto de licitarse en 2004, nunca tuvo un avance concreto.
Debate necesario
Hasta hace unos días, las máquinas de Vialidad trabajaban en el reacondicionando de la ruta 94 desde el Manzano Histórico hasta el refugio Portinari. Las tareas se basaron en remarcar calzadas, curvas y construir puentes sobre los arroyos Los Potreritos y el Chorro de la Vieja, para evitar los inconvenientes y cortes que provocan los desbordes en épocas de tormentas.
La huella turística se realizará con máquinas de Vialidad y aportes de la comuna tunuyanina, pues el gobernador Francisco Pérez y el intendente Martín Aveiro han acordado apostar a este proyecto. «Será una traza con suelo compactado, sin obras de arte para no intervenir sobre el medio y sin la necesidad de sortear tantos escollos pues se trata de un valle entre dos cordones montañosos», destacó Rubio y señaló que ya solicitaron el estudio de impacto ambiental.
Quienes desandan estos terrenos habitualmente tienen otra opinión. Consideran que se requiere de mucha inversión en infraestructura y temen que se vean afectados hitos naturales, históricos y patrimoniales.
«Hay que plantearse primero quiénes se verán favorecidos. Creo que esto atenta contra los arrieros y gauchos de la comunidad del Manzano y zonas de montaña, que hoy viven de guiar turistas», apunta Nicolás García, operador turístico en el lugar.
Los lugareños dicen estar algo desconcertados y, por el momento, se mantienen expectantes. «No hemos visto registros escritos de qué es lo que pretenden, ni cuáles son los fundamentos, ni por dónde pasaría la ruta. Se puede caer en un acto de vanidad si no se consulta a quienes llevan décadas andando y estudiando estos caminos», sostuvo Rubén ‘Yagua’ Rodríguez, un referente del lugar.
Una “expedición” empresaria
Por lo pronto, el Gobierno y la Federación Económica de Mendoza están dispuestos a promover este recorrido. El próximo 17 de febrero partirá un contingente de empresarios de todo el país, nucleados en la CAME, para realizar la travesía de cabalgar seis días por estos senderos para llegar a Chile. Es la cuarta edición del Cruce Sanmartiniano -pese a que todavía no se sabe bien cuáles fueron las rutas seguidas por el General- y la primera vez que se hace por Tunuyán, pues antes se llevó a cabo por pasos de San Juan y La Rioja.
Paso internacional vs sendero patrimonial
La idea de un paso internacional a Chile por el camino del Portillo de Piuquenes siempre estuvo latente en los tunuyaninos. Hubo varios intentos: el doctor Antonio Scaravelli proyectó en 1934 una obra faraónica que entusiasmó al Ejército años después. En 1962 la Cámara de Comercio de Tunuyán retomó el proyecto y se conformó la Comisión Procamino Internacional por el Portillo y Chile -a su vez- creó una comisión para trabajar a la par.
Por distintos escollos y cuestiones, estas acciones siempre terminaron truncas. Quizá lo más cerca que estuvo el Valle de Uco de consolidar su camino por el Portillo fue la ley 7.318 de 2004, por la que se autorizaba el llamado a licitación de esta importante obra binacional. Nunca ocurrió, pero la norma sigue vigente y sienta un precedente para los actuales proyectos.
«Hace 400 años que se plantea abrir un paso por allí y todavía no se ha podido concretar. Requiere de gran inversión en infraestructura para estar abierto sólo en temporada estival», señala García. Esta opinión comparten muchos hombres de montaña y arrieros, que vienen trabajando con la Nación para convertir este camino en un sendero patrimonial.
«Habría que atravesar dos pasos de 4.380 y 4.030 metros sobre el nivel del mar, cuando Mendoza no puede mantener abierta la ruta del Cristo Redentor, que está a 3.500 msnm. Además, tendrían que afectar al Portillo, que es patrimonial pues por allí pasaron San Martín, Darwin, los jesuitas, entre tantos otros», apuntó un deportista y conocido guía de montaña que prefirió el anonimato. Desde el Gobierno, descartaron voladuras en ese paso, aunque reconocieron que están estudiando «cómo abrir un poco la ventana del Portillo».
El proyecto de armar un sendero patrimonial en la reserva Piuquenes busca conservar los valores paisajísticos, naturales y patrimoniales del lugar manteniendo las dificultades actuales en el acceso.
Quienes adhieren a esta idea apuntan que se puede dar valor a este recorrido con logística y la infraestructura existente (refugio Real de la Cruz, la aduana que funciona en Gendarmería, punto de guardaparques en El Manzano y la huella actual). También consideran, que se podría pensar en un esquema de administración y control mixto, con colaboración de lugareños, clubes y prestadores, el Ejército y las comunas.
Fuente: Diario Los Andes
09/01/2015
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