El dato surge de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines. Los propietarios de alojamientos registrados en el Ministerio indican que hay sitios de internet que muestran tanto los emprendimientos legales como los informales y esto hace mal al sector.

Desde la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines (Aehga) advirtieron que hay un flagelo que afecta al turismo mendocino. Es que, según estadísticas que manejan, 30% de la oferta de alojamiento provincial es ilegal.

Según destacó Marcelo Rosental, secretario de este organismo, de las 34 mil camas registradas, unas 8 mil, aproximadamente, no se encuentran en condiciones de ofrecer alojamiento a turistas. “Se ha dado un crecimiento informal a la par del incremento en la voracidad fiscal sobre empresas legítimas”, dijo el representante de los hoteleros y gastronómicos.

En tanto, quienes ofrecen cabañas dijeron que para su caso este porcentaje es aún mayor, favorecido por páginas de internet dedicadas al rubro que, con el fin de aumentar la cantidad de oferta disponible, suman a sus listas a muchos alojamientos que no sólo no están registrados por el Ministerio de Turismo, sino que ni siquiera cuentan con la habilitación municipal correspondiente y que al presentar ofertas más bajas obligan, a quienes están de manera legal, a bajar sus precios. Actualmente, una cabaña para cuatro personas (con IVA) se consigue por mil pesos diarios.

Este panorama fue compartido desde el Ministerio, quienes advirtieron que es una situación difícil de erradicar aunque se están haciendo trabajos de investigación para revertir esta situación que perjudica a la economía de la provincia.

Un control complejo

Marcelo Rosental indicó que la presión que la AFIP ejerce sobre las entidades debidamente registradas hace pensar que el alojamiento ilegal es una de las salidas posibles. “Es una situación lamentable ya que cuanto más establecimientos formales existan, mejor es la economía formal. Necesitamos más controles de la AFIP, pero es fácil salir a cazar al zoo. Lo que tienen que hacer es buscar más en la informalidad”, destacó.

Además, y coincidiendo con los propietarios particulares de cabañas, Rosental describió que hay muchos sitios de público conocimiento, incluso de carácter internacional, como Despegar o Booking que dan visibilidad a ofertas informales. “Lo que ocurre es que para detectar una situación ilegal deberían hacerlo en el momento en que se produce el contacto entre quien ofrece el alojamiento y el turista. Es muy difícil”, dijo.

Enrique Pécora, dueño del complejo Cabañas Andinas, aseguró que la informalidad en este ámbito supera el 30% y que además de la competencia de las cabañas informales también deben hacer frente a la oferta de las casas de alquiler, que no están habilitadas como un servicio turístico.

“Estas casas no tienen factura ni personal en blanco, ni de mantenimiento. Es más desleal que en el caso de las cabañas. Alquilan por quincena, no tienen personal fijo como nosotros. Es decir, cero costo; sólo pagan la luz y el gas que consumen los turistas y nada más”, explicó Pécora.

En tanto, Rolando Piantini, del Ministerio de Turismo, remarcó al respecto: “Hemos estado haciendo acuerdos con los consorcios de los edificios para lograr que los departamentos pasen al circuito legal. De todas maneras, el trámite para estar legal no es complicado. Sólo hay que tener habilitación municipal y estar registrados en turismo”.

Por otra parte, advirtió que provocan un daño a quienes trabajan todo el año pero también lo hacen con el destino. “Los turistas no tienen con quién quejarse ante una mala experiencia y se llevan una mala impresión”, aseguró y añadió que la temporada, para ellos, ha sido levemente superior al año pasado -un 5%- con pequeños paréntesis en la afluencia de turistas en los recambios de quincena.

La oferta callejera

Muchos al llegar al microcentro mendocino habrán observado la presencia de jóvenes con carteles que ofrecen alojamiento. Pese a que se podría pensar que estos pertenecen al circuito ilegal, los referentes del sector destacaron que no siempre es así.

“No los podemos juzgar sólo porque están en la calle. Igual, esta oferta cada vez es menor. Ahora, con la tecnología, es más fácil buscar en el celular un sitio donde alojarse y llamar directamente. Es mucho más rápido. Esa tendencia se va yendo sola”, dijo Rosental.

De todas formas, Piantini afirmó que este año las quejas por alojamientos truchos no han sido frecuentes en el Ministerio y que el hecho de que haya aumentado la cantidad de camas disponibles habilitadas -4.135 desde que comenzó la gestión de Espina a la fecha- ha contribuido a esta disminución.

Resta destacar que -según las estadísticas oficiales- concluida la primera quincena llegaron a la provincia alrededor de 166.000 turistas, quienes -se estima- efectuaron un gasto diario promedio de $ 672, lo que -dicen- significa el ingreso de $ 893 millones para la Provincia.

Fuente: Diario Los Andes
23/01/2015

 

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