Tras la sucesión de declaraciones incitando a tomar medidas que desincentiven las salidas de argentinos al exterior (las últimas fueron las del titular de la CAME), desde el riñón turístico rompieron el silencio y reaccionaron frente al clima “antiemisivo”. Desde la Faevyt –que se reúne esta semana con Cornide– advirtieron la carga política de la ofensiva y alertaron sobre el riesgo que implicaría imponer nuevas trabas, tanto en materia de sostenimiento de fuentes laborales como por el hecho de dejar al país expuesto a medidas de reciprocidad que sean un búmeran para el receptivo.

En la jerga militar se denomina fuego amigo o fuego aliado a los disparos provenientes del propio bando. Este tipo de incidentes suelen estar producidos por errores, casi siempre humanos, debidos normalmente a fallos en la identificación del objetivo”, señala Wikipedia, en una definición que calza a la perfección en el retrato de cómo viven las agencias de viajes la seguidilla de declaraciones que bus- can forzar medidas que desincentiven los viajes de argentinos al exterior.

El primero en abrir fuego había sido quien será el ministro de Turismo de la Nación en caso de que se imponga Daniel Scioli en las elecciones a presidente de la Nación, Maurice Closs. Recordemos que en declaraciones a este medio, el actual gobernador de Misiones habló de ir hacia un tipo de cambio único y de que el 35% es un regalo que incentiva la entrega de reservas del Banco Central y desincentiva el turismo interno. “Cuando ves que hay muchos argentinos en Miami algo hay que ajustar”, había dicho Closs, para luego añadir que mientras se converge hacia la paridad deseada lo más lógico sería subir al 60% la retención de Ganancias que se aplica a la compra de servicios en el exterior.

La segunda ráfaga partió días atrás desde el cañón del titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, quien–también en diálogo con La Agencia de Viajes– señaló que era gravísima la “evasión” (SIC) de miles de millones de dólares para financiar el turismo emisivo. Tras lo cual pidió recargar el 35% o bien crear un impuesto nuevo para desincentivar la salida de argentinos, además de aclarar que no importa el impacto de esas medidas en las compañías argentinas que trabajan en el segmento: “Son empresas argentinas, pero que ganan vendiendo viajes al exterior. ¿Qué le vamos a hacer?”, justificó.

DESDE LA TRINCHERA.

Con mayor o menor ahínco, la semana pasada desde el riñón turístico rompieron el silencio y reaccionaron frente al clima “anti emisivo”. El propio secretario del Sector Turismo de la CAME matizó la pretendida sangría de divisas señalando que “sólo el 8% de los que viajan lo hacen al exterior. El 92% hace turismo en el país. O sea, creo que si bien impacta mucho el hecho de la salida de divisas, son los fines de semana largos los que más fomentan que la gente viaje por el país”. Incluso, afirmó que está totalmente en desacuerdo con limitar los viajes al extranjero: “Tiene que haber gente para los distintos turismos, no sólo para el nacional. El mercado tiene que ser libre y la gente poder elegir. Lo que hay que demostrar competitivamente es que acá la gente la pasa bien y que los precios son acordes”.

Incluso desde la moderada Cámara Argentina de Turismo, acostumbrada a hacer equilibrio entre los intereses de los distintos segmentos y a no hacer ruido en las relaciones con el Gobierno, salieron a poner freno a la ola “antiemisiva”. En diálogo con La Agencia de Viajes, su titular, Oscar Ghezzi, postuló que el 35% es una consecuencia de las circunstancias actuales y que en el futuro no debería existir más: “Creo que tiene que haber una paridad del dólar, que ayude al turismo que recibimos y al que se va”. Si bien afirmó que en su mapa de intereses está potenciar el receptivo y el interno, el dirigente reconoció que “si querés ser un país turístico y no un destino hay que tener camino de ida y vuelta, sino un seríamos un país del Caribe que recibe, recibe y no emite. Nosotros en cambio tenemos capacidad de emitir”.

DONDE CAEN LAS BOMBAS.

Desde el epicentro de la zona bombardeada, las agencias de viajes, la reacción fue más contundente. Y no sólo desde lo discursivo.

Apenas se pusieron al tanto de las declaraciones de Cornide publicadas por este medio, la Faevyt solicitó una reunión urgente con el titular de la CAME, la cual por problemas de agenda se postergó para la semana que viene. “Nos interesa que una entidad como la CAME, de la cual formamos parte, tenga en claro las cuestiones que tienen que ver con la actividad turística”, explicó el presidente de la Federación, Fabricio Di Giambattista. ¿Se pensó en pegar el portazo?, “Vamos a hablar, no evalúo otra cosa por ahora”, respondió.

Pero el cimbronazo fue muy fuerte. “Nos preocupan y nos duelen algunas cosas que se dicen. Porque somos empresas argentinas que queremos lo mejor para el país. De hecho, no conozco agencias que no vendan turismo nacional. No es casualidad que el 65% al 70% de los vuelos de cabotaje se vendan a través nuestro”, completó Di Giambattista, quien circunscribió los bombazos recibidos “a un contexto eleccionario, donde hay cosas que conviene decirlas y que son mejor vistas en función de cómo se dicen más que de cómo se hacen”.

CONTRAOFENSIVA DEL TURISMO.

Las declaraciones de Cornide fueron leídas con rayos X desde el sector. “Primero que nada, me parece un término muy poco feliz hablar de evasión cuando en todo caso estamos hablando de salida de divisas. Evadir es un delito, aunque no creo que esa haya sido la intención técnica al usarla”, respondió Walter Rodríguez, secretario de la Faevyt, quien añadió: “Lo que sí me preocupa es que no le importe el cierre de empresas nacionales”. En una entrevista radial a Sentí Argentina (donde los martes el editor de este medio tiene una columna), el dirigente planteó que en el medio de esos discursos de ocasión hay 35 mil empleados de agencias en juego: “No es un chiste. Díganle a esos trabajadores de qué país se están preocupando si ellos se llegan a quedar sin fuentes laborales”. Rodríguez explicó que las agencias hacen a la vez turismo emisivo, nacional y receptivo, y que herir a uno de los negocios del portafolio desequilibra la balanza. “Lo que más nos asusta del discurso de Cornide es que se transfiera a los funcionarios y ellos también digan que no les importa lo que pase en un sector ‘siempre y cuando el beneficiado sea el país’. Eso no corresponde, creo que tenemos que convivir y solucionar los problemas de todos cuidándonos mutuamente”, añadió. Otro punto muy cuestionado del discurso del presidente de la CAME fue cuando planteó que si no es subiendo Ganancias, el desincentivo a los viajes al exterior podría venir a través de la creación de un nuevo impuesto. “No se olviden que esas cosas después se pagan. Por ejemplo, tanto Chile como Uruguay tienen incentivos vía desgravaciones para atraer turistas. O ¿qué pasaría si Brasil, que es nuestro principal mercado emisor, decide colocar un impuesto recíproco?”, reflexionó el titular de la Faevyt, quien concluyó: “Se habla mucho de desincentivar los viajes al exterior, pero eso me preocupa porque no se escucha sobre incentivar los nacionales o receptivos. Eso no está presente en la discusión y me parece que hay que buscarle la vuelta e ir por normativas o medidas económicas que incentiven esos flujos en vez de poner el acento en el emisivo. Claro… es más fácil tirarle la pelota a alguien que no tiene nada que ver que mirar otras .

Fuente: Ladevi
28/10/2015

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