El Parque Provincial Ischigualasto es conocido mundialmente como el “Valle de la Luna” y se encuentra en una extensa cuenca a 330 Km al noreste de la ciudad de San Juan.
Mide alrededor de 50 Km de largo por 15 Km de ancho y se prolonga hasta el área geográfica Talampaya, ubicada ya en la provincia de La Rioja.
El Valle de la Luna es una reserva paleontológica de gran riqueza, única en el mundo ya que representa una secuencia relativamente completa de sedimentos Triásicos (era Mesozoica) que, condensados desde hace 180 millones de años, aportan fósiles que permiten estudiar los cambios faunísticos, la aparición de nuevos animales y la extinción de los anteriores.
Entre ellos se destaca el carnívoro depredador Eoraptor Lunesis “ el dinosaurio más primitivo del mundo”. También quedaron sepultados y fosilizados anfibios, reptiles, helechos y un bosque petrificado.
Hace aproximadamente 230 millones de años, el Valle de la Luna-Ischigualasto era un valle recorrido por un río que regaba una fértil llanura apta para el pastoreo de muchos animales. Allí vivieron grupos de rincosaurios, cinodontes y dicinodontes, animales herbívoros y los depredadores terrestres. Las tormentas de tipo monzónicas que azotaban la zona inundaban la llanura con torrentes de agua y barro. Muchos de los animales quedaron sepultados en el barro y protegidos de la descomposición atmosférica. Mientras los tejidos blandos desaparecen, los huesos y dientes son infiltrados por el agua que deja una precipitación de mineral en los poros.
Así el hueso se va petrificando, siendo una combinación del hueso original (parte mineral) y los animales precipitados por el agua subterránea. Cada fósil probablemente representa 10.000 animales que vivieron en el lugar.
Todo esto también permite estudiar los cambios faunísticos, la aparición de nuevas especies –como los mamíferos– y la extinción de las anteriores.
El clima en el Valle de la Luna es seco y ventoso, con días frescos o templados durante ocho meses al año y relativamente calurosos en verano. Se puede observar deambulando guanacos con sus crías, liebres de Castilla y patagónicas, ñandúes, vizcachas de la sierra, quirquinchos, pumas y zorros.
La flora es escasa, propia de un valle desértico y la mayor extensión del suelo presenta el aspecto lunar que lo hizo famoso, con grandes superficies donde no crece ni una brizna de pasto.
En el centro de interpretación paleontológico Dr. Villam Sill tendrá la oportunidad de conocer fósiles, los esqueletos corporizados de dinosaurios, la recreación de la escena donde vivieron estos animales fantásticos.
Circuito del Valle de la Luna
Desde el refugio de guardaparques –donde se abona la entrada a la reserva–, parte un camino de tierra que toca distintos puntos de interés. Los turistas que llegan en vehículos son conducidos por un guía a lo largo de todo el circuito.
El tiempo de la excursión depende del interés específico del visitante, aunque en término medio dura entre dos y cuatro horas.
La policromía de las rocas y la erosión diferencial que las afecta han adquirido formas caprichosas, que han llevado a identificarlas con objetos y animales. Los sitios más visitados son El Submarino, El Hongo, El Quiosco, El Gusano, el Valle Pintado, las Barrancas Coloradas, la Quebrada de la Peña, la Casona de Wilson o el Bosque Petrificado, entre otros.
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